"El matadero", del escritor argentino Esteban
Echeverría, es uno de los textos precursores del cuento
hispanoamericano. Es considerado el primer cuento que combina el lenguaje y las
ideas del romanticismo
europeo
con un contenido que refleja la sociedad latinoamericana.Ilus. Carlos Alonso |
La obra se escribió entre 1839 y 1840, pero no vio la luz
hasta 1871. Debido a ese lapso entre su redacción y publicación póstuma, la
obra no tuvo mucha infuencia en el romanticismo, dado que para ese entonces los
primeros naturalistas y realistas ya habían llegado al escenario literario.
Con respecto a la literatura argentina, fue una obra muy
adelantada para su época. Inauguró el tema de la civilización y la barbarie así
como otras características que más adelante se volverían muy recurrentes en
la literatura gauchesca y rioplatense.
Contexto histórico:
Echeverría vivió una época de mucha tensión política y
social. Los federales apoyaban a
Juan Manuel de Rosas (1829-1852) y la iglesia. En cambio,
los unitarios, herederos del racionalismo ilustrado, abogaban por la educación
laica, inspirada en el cientificismo ateo de la ilustración.
Argumento:
Ilustrador: Carlos Alonso |
El cuento toma lugar en un matadero vacuno en Argentina en
los años posteriores a la Revolución de Mayo, durante el gobierno de Rosas.
Un diluvio que duró 15 días tuvo un impacto negativo en la
economía del país, y el matadero tuvo que cerrarse temporalmente, por lo que
hubo falta de carne. La carencia de carne ocurrió durante la cuaresma, y como
resultado subieron los precios de aves y pescados, y la gente se moría de
hambre.
La acción del cuento comienza cuando, ante la crisis, Rosas
envía algunos pocos novillos al matadero. Esto atrae a la gente hambrienta, que
se pelea para conseguir las vísceras que sobran de la matanza, que usualmente
son desechadas. Al final de la matanza, el último novillo se escapa, e
indirectamente causa la muerte de un niño que es decapitado por el chicotazo de
un lazo, pero a la gente del matadero le preocupa más el toro que se ha
escapado que la muerte del niño. Finalmente logran alcanzar y matar al animal.
Tras la muerte del toro, pasa cabalagando por el matadero un
joven que es identificado como unitario (el otro partido político) por no
llevar luto por el fallecimiento reciente de la esposa de Rosas. Los trabajadores
del matadero, que son federalistas, lo detienen y lo interrogan. El joven
unitario mantiene una actitud desafiante y digna, mientras defiende su
ideología. Antes de que puedan torturarlo, el joven literalmente estalla de
rabia y se muere.
Temas:
Civilización y barbarie. Es el tema principal de la
obra. Echeverría presenta a los federales que trabajan en el matadero como
bárbaros, violentos y brutos, casi como animales salvajes. En cambio, los
unitarios son presentados como personas cultas y civilizadas. De hecho, se
puede establecer una analogía entre el toro que se escapa y resiste hasta el
final, y el personaje del joven unitario que se mantiene fiel a sus creencias y
estalla de rabia antes de verse humillado y torturado.
Este tema también es evidente en el escenario de la obra. El
matadero queda en un suburbio de Buenos Aires, un área entre la civilización de
la ciudad influida por Europa y la barbarie del campo y sus habitantes
incultos.
Anticlericalismo. La iglesia prohibió el consumo de
carne por la cuaresma, pero no fue igual de rígida con los gobernantes y
religiosos, resaltando la hipocresía del gobierno y de la iglesia. El narrador
simpatiza con los unitarios, odiados por los religiosos.
Estilo:
"El matadero" es una obra de transición, abarcando
estéticas diferentes. Es una obra romántica, pero también ha sido calificada
como costumbrista, realista, naturalista y de compromiso social.
Ilustrador: Carlos Alonso |
El narrador es omnisciente y
el lenguaje es naturalista y muy descriptiva (un rasgo de la literatura
realista), con muchos adjetivos para ilustrar este mundo de violencia y
brutalidad. El diálogo es realista y refleja el habla regional de Buenos Aires
de las clases bajas con americanismos, voseo y vulgarismos.
También aparecen el sarcasmo y la ironía, que son muy
característicos de la ilustración. Un ejemplo es cuando el narrador critica el
derecho que tienen los religiosos y gobernantes para consumir carne durante la
cuaresma.
Uno de los rasgos de esta obra más típicos del romanticismo
es el maniqueísmo. Todos los personajes pertenecen a uno de dos
grupos en polos extremos: los unitarios o los federales. Otra característica
del romanticismo es el gusto por el color local, las costumbres, y la
exaltación de la libertad y del nacionalismo.
Análisis comparativo de Jos´r Pablo Feinman, en "Filosofía aquí y ahora III"
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